Nosotras que tanto nos queremos.

La buena, la segura, la luchadora, la misteriosa, la lady, la niña.

Nos conocimos casi en la misma época, la época del colegio ya hace varios años.

Crecimos con los mismos sueños, por supuesto en el camino varios se fueron cumpliendo , otros se fustrarón.

Lola.

Fuiste la primera en tener un bebe, lo que nos hizo también sentirnos un poco mamá de ese niño. Cuando nació estuve ahí, escuche tus gritos y su primer llanto. Fuiste mamá soltera, no solo porque no estabas casada, sino porque no pudiste darle el padre que tu hijo merece.

Hoy ya con seis años te pregunta por él... y, todavía no tienes una respuesta. Creo que te has equivocado tanto. Pero eres una gran madre y nadie puede decir lo contrario.

Ya tendrás tiempo para dar explicaciones.

Katy.

A pesar que eres la mayor, todavía eres una ñiña. Tan buena, inocente, espontánea... y te ha tocado duro amiga, crecer lejos de tu familia, sin la protección que te pudo brindar tenerla cerca.

Producto de eso te fundiste en un hombre, creo que buscabas en él la protección que por la lejanía, no podías obtener de los tuyos. Buscabas refugio y lo encontraste desde tus 16 años y por largos 10 años. Hasta cuando decidió dejarte y de la peor forma , rompiéndote el corazón poco a poco. Por que te fue dejando de a poco.

Te culpo por prestarte a ese juego, pero se que lo hiciste por un último intento de sentirte protegida.

Fuiste la última que conocimos, creo que aparecimos en tu vida como quien busca ayuda en un psicoanalista. En tu afán de desahogo , nos encontraste y aquí estamos para ser tus amigas, tus hermanas mayores. Para salvarte justo cuando estas a punto de ponerte eso desastroso e ir a la mejor fiesta. Tus cable tierra.

A pesar de eso y mas, nos alegras la vida con tu buena onda.